El sol de invierno subestimado
El sol puede parecer más débil en invierno, pero sus rayos UV no son menos peligrosos. Especialmente en las montañas, donde la capa de nieve refleja la luz solar, la exposición a los rayos se intensifica. Por cada 1000 metros de altitud, la intensidad UV aumenta aproximadamente un 10 %. Además, la nieve puede reflejar hasta el 80 % de los rayos UV, lo que ejerce una carga adicional sobre la piel. Sin protección adecuada, no solo se corre el riesgo de quemaduras solares, sino también de daños a largo plazo en la piel, como el envejecimiento prematuro y un mayor riesgo de enfermedades de la piel.